Hace unas semanas nuestro vecino José Herruzo Orejuela pasó por el punto Vuela Fuente Palmera y nos comentó que estaba ultimando su primer libro, "Evocación y sucesos de Dolores la Tuerta: Una historia del mundo rural". Nos pidió contribuir con la edición de la portada de su obra, cosa que supuso un gran halago para nosotros. Igualmente pudimos leer parte del libro que nos cedió para coger ideas de cara a dicha portada.
Ahora la obra está ya terminada, editada y puesta para su venta en la red, y pronto será presentada oficialmente en el municipio. Mientras tanto, el autor ha tenido a bien traernos (regalarnos) un ejemplar ya publicado. Ni que decir tiene que estamos devorando sus páginas, disfrutando de su lectura y haciendo algunas anotaciones para devolverle nuestras impresiones a José, tal cual su deseo e indicaciones.
Por otro lado ya hemos incluido una entrada a este libro en Cordobapedia.
-------
Reflexión sobre la obra
Estamos ante la primera obra (quién lo diría) de José Herruzo Orejuela y descubrimos una publicación que se eleva sobre la media de obras narrativas similares centrando su acción en una parte de la Colonia de Fuente Palmera (Córdoba), la situada entre El Villar, Écija, Fuente Carreteros y Cañada del Rabadán; y en una época de grandes cambios sociales como fue la primera mitad del siglo XX.
La obra desgrana la vida de Dolores y su familia, y la relación con sus vecinos, enfocando la acción principal en el contexto de la Guerra Civil. La variedad de temas tratados es extensa, siendo algunos de ellos no muy frecuentados en otras publicaciones similares, destacándose aspectos culturales identitarios locales como la arquitectura de las viviendas, expresiones y lenguaje dialéctico, la historia de la colonización de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, el urbanismo de los núcleos de población, tradiciones, etc. Y en definitiva el costumbrismo de la Baja Andalucía en simbiosis con los posos de una realidad propia migratoria y colonizadora que todavía influye en la vida de los protagonistas de la novela (leyes de indivisibilidad de tierras, relación de ecijanos con la gente de "las colonias", la importancia de las clases sociales, etc.).
La novela se ejecuta con una narrativa eficaz, dinámica (párrafos cortos) que permite una lectura que fluye, contando con algunos saltos temporales en su comienzo (prolepsis), y con unos pasajes muy meritorios que se quedarán en el recuerdo del lector (idilio de Matilde, construcción de los chozos, accidente de Dolores, todo lo relativo al entorno tabernario, etc.). Además la obra cuenta con una base histórica de escala nacional que acompaña como tapiz de fondo a la acción del relato,
vertebrándolo y permitiendo introducir numerosas particularidades de la zona. Es por esto que satisfará tanto a lectores cohabitantes del autor como a los más ajenos a los hechos locales, que tendrán la ocasión de conocer mejor la aldea de El Villar y la historia que encierran sus alrededores. En este sentido se debe destacar el presumible trabajo de documentación que ha tenido que llevar a cabo el escritor que demuestra tener gran conocimiento de una época que es pretérita al mismo. Esto le permite introducir ideas muy particulares como lo lejano que quedaba el mundo exterior para los habitantes de El Villar, la irrupción poco a poco de elementos tecnológicos como el coche o la radio, la vestimenta de la época, las actividades de ocio y su desarrollo, o el progreso económico de las familias visto a través de elementos tan curiosos como la posibilidad de tener un cuarto alquilado en la ciudad vecina.
Igualmente destacable el interés del autor por enfrentarnos a escenarios poco habituales por otros escritores del municipio como son el paso por las urnas de los protagonistas, su tallaje para el servicio militar, la influencia del aislamiento del núcleo urbano sobre la vida diaria de los personajes, el impacto en cada uno de los personajes debido a un hecho tan disruptivo como la Guerra Civil, o la complicidad o inquina entre personas de "distinta clase social". Todo esto contribuye de manera didáctica a complementar otras lecturas para entender mejor el pasado local.
Por último, destacar la importancia del entorno agreste en el relato, con una naturaleza viva y bien definida que envuelve a Dolores y a sus vecinos y que aporta color a la historia de unos personajes que se ven impelidos a situaciones límite que hacen aflorar lo mejor y peor de cada uno. Hay, por ejemplo, un reflejo fidedigno de los cultivos y su calendario, dejando clara la importancia de los mismos en el sustento de los vecinos y en su actividad diaria; hay descripciones de la relación del ser humano con los animales, y también retratos melifluos del paisaje natural; valga de muestra anecdótica cómo afecta la vegetación para algunas secuencias de acción (ocultación de los personajes entre la arboleda para no ser apresados).
En definitiva, estamos ante una obra amena y consistente, prolífica en detalles que arropan la lectura y cargada de interés para colonos especialmente, pero también para cualquier lector que quiera acompañar a Dolores y su prole en sus vicisitudes en una época en la que los sucesos obligaban a sus protagonistas a tomar decisiones capitales en medio de un ambiente de miedo e incertidumbres.