miércoles, 30 de octubre de 2019

COMUNICACIÓN EN EL XLV CONGRESO NACIONAL DE CRONISTAS EN LA CIUDAD DE BAEZA


Enmarcamos la siguiente actividad (se describe más abajo), en la que participamos "al alimón" con el cronista local D. Francisco Tubío, dentro de nuestro PROYECTO RURAL ESCAPE ROOM TURÍSTICO.

Ponemos al corriente de nuestra investigación previa sobre telégrafos ópticos cercanos al cronista que decide abordar el tema y crear una publicación sobre el mismo presentándola en el XLV Congreso Nacional de Cronistas en la Ciudad de Baeza en colaboración con el dinamizador del centro Guadalinfo Fuente Palmera. Apoyamos con la cesión de material (libros), recursos (webs de referencia, ordenadores del centro, etc), investigación previa y otros materiales (cartografía, contactos, etc.) para la realización de este proyecto que tendrá continuidad en futuras presentaciones dentro de la localidad.



A continuación el texto que se enviará al periódico local para su difusión:

FRANCISCO TUBIO Y EMILIO J. DOMÍNGUEZ PRESENTAN UNA COMUNICACIÓN EN EL XLV CONGRESO NACIONAL DE CRONISTAS EN LA CIUDAD DE BAEZA.

Durante los días del 4 al 6 de octubre, se ha celebrado en la bonita ciudad de Baeza, declarada Patrimonio de la Humanidad, el Congreso Nacional de Cronistas, organizado por la RAECO.

Con asistencia de 150 participantes que han debatido 60 comunicaciones de carácter histórico y etnográfico, llegados de todos los pueblos y ciudades de España. Francisco Tubío y Emilio Domínguez presentaron una comunicación sobre el TELÉGRAFO ÓPTICO.
 

Pero, ¿cómo funcionaba el telégrafo óptico? El telégrafo óptico consiste en un medio de transmisión de mensajes mediante un aparato montado sobre una torre y situado a distancia visual de otro similar, donde el operador maneja unos controles que sitúan los elementos del telégrafo en una posición reconocible de la torre siguiente. Esta torre repite el mensaje que es leído y reproducido por una tercera y así sucesivamente hasta hacer llegar el mensaje a su destino final.

El telégrafo óptico fue inventado por Claude Chappe en 1792.


Resumimos la comunicación:
“Reinando Isabel II, a mediados del siglo XIX, en la década moderada, para controlar el orden público se crea la Guardia Civil y otra medida menos conocida como fue el desarrollo de un sistema civil de telegrafía óptica, para crear una estrecha colaboración entre el Ministro de Gobernación y los gobernadores civiles de algunas provincias. Su impulsor fue el Brigadier José María Mathé, que a las órdenes del Ministro de la Gobernación consiguió que funcionaran en España tres líneas de torres telegráficas: Madrid-Irún; Madrid-Valencia-Barcelona-Gerona y por último Madrid-Cádiz.

Los telégrafos ópticos del Brigadier Mathé fueron construidos por el Ministerio de la Gobernación porque además de la sencillez del mecanismo, llevan bajo punto de vista de la velocidad una considerable ventaja los demás de su especie, pues con la modificación últimamente introducida en ellos, puede decirse indican instantáneamente cada señal, llenando de este modo la principal condición de todo buen telégrafo. Se trataba, pues, del sistema telegráfico más perfeccionado hasta el momento, por la rapidez de sus mensajes y su eficaz organización.

Este sistema de comunicación no fue muy popular en la sociedad española, pero aceleró la instalación del telégrafo eléctrico en España a partir de 1855. Nunca fue un medio de comunicación social al servicio de los españoles, porque sus gobernantes lo diseñaron para el mantenimiento del orden público en una época histórica muy conflictiva; pero no hay duda de que mejoró las comunicaciones entre Madrid y algunas provincias españolas. José María Mathé Aragua empezó a construir sus tres líneas civiles de telegrafía óptica a partir de 1844. La línea de Castilla fue la primera ruta telegráfica construida desde Madrid a Irún, con un ramal al Palacio de la Granja. Se puso en funcionamiento en 1846 y se componía de 52 torres (divididas en 9º secciones), con comandancia en Madrid, Valladolid, Burgos, Vitoria y Tolosa. Esta línea se fue sustituyendo paulatinamente por la telegrafía eléctrica a partir de 1855.

La segunda línea telegráfica de Mathé fue la línea de Cataluña por Valencia (o la de Barcelona), a la que se añadieron ramales hacia la Junquera (Gerona) y a Cuenca. El tramo Madrid-Valencia tenía 30 torres, con comandancia en Madrid, Valencia y, más tarde, en Motilla del Palancar, empezó a construirse en 1848 y funcionaba ya a finales de 1849.

La línea de Andalucía fue la tercera y última construida por Mathé, desde 1848 (Madrid- Puertollano) a 1850 (hasta Cádiz); esta línea telegráfica contaba con 60 torres ópticas (divididas en 11 secciones), con la comandancia en Madrid, Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Servilla y Cádiz. En 1851 ya se recibían los partes telegráficos en Cádiz, aunque los ramales a Sevilla y San Fernando (1853) fueron posteriores. Esta línea andaluza fue sustituida por la telegrafía eléctrica a finales de 1857.

El motivo de llevar esta comunicación al congreso es que próximas a Fuente Palmera, se instalaron dos torres que se comunicaban entre ellas, nos referimos a la numeradas con el 39 Cocujadas y 40 El Puntal.

En el libro guía de esta comunicación (“La telegrafía óptica en Andalucía”, de Carlos Sánchez Ruiz) se señalan de esta manera:


Número 39.Seccón 8ª. Cortijo Cocujada( cerro Cujadas).
Municipio Écija
Provincia Sevilla
Localización MTN-50 Nº 943
Longitud 5º 64´14´´ W
Latitud 37º 41´35´´ N .
Altura Vértice de 192, m (IGN nº 94331)
Acceso Desde N-IV (La Carlota) por A.445 y después por la -440 hasta la Ventilla; seguir por la CO-0321 y después por un camino de tierra, a unos tres kilómetros.
Cortijo Cocujada (Cerro Cujadas)

Es posible que los estudios anteriores (Olivé Roig 1990) presenten un error de transcripción al señalar el “Cortijo Lonjada”, en lugar de Cortijo Cocujada, como el lugar en donde estaba la torre. Este nombre ha sufrido muchas variantes en los planos: cogujada, cocujada, cujadas… Pero su estratégica situación entre las otras torres, la gran elevación del cerro Cujadas y la probable errata permiten suponer que este desaparecido telégrafo óptico tal vez estuvo cerca del cortijo.

Número 40. Sección 8ª. Molino del Puntal
Municipio Cañada del Rabadán (error es un núcleo de Fuente Palmera)
Provincia Sevilla
Localización MTN-50 nº 965.
Longitud 5º 06´04´´ W.
Latitud 37º 39´39´´ N.
Altura Aprox. 190 m.
Acceso desde Écija, desvío por la SE-138 y después por la CP-246 ( O SE-139) hacia Fuente Palmera; desvío a Cañada del Rabadán, en el km. 5, a la salida del pueblo, o se sigue por un camino de tierra hasta el Molino del Puntal.

Terminamos este breve resumen indicando las características de la torre de emisión; así pues cada torre óptica de Mathé tenía casi siempre el mismos diseño: tres plantas, con ventanas en algunas fachadas, muros gruesos y una única puerta en el primer piso, para acceder desde el exterior por una escalera de madera. Estaban diseñadas como un fortín, para defender a los torreros que vivían permanentemente en ellas. Los torreros trabajaban durante una jornada entera, utilizando los anteojos y los volantes (especie de timón) de la maquinaria óptica que estaban en el segundo piso (llamado observatorio); al día siguiente descansaban y eran sustituidos por otro torrero. Había ordenanzas que se dedicaban a entregar los partes telegráficos en las poblaciones cercanas. También los oficiales de cada sección visitaban con frecuencia las torres que tenían asignadas y los comandantes provinciales y sus ayudantes eran los únicos que manejaban los diccionarios telegráficos, para decodificar los mensajes en clave.

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