Enmarcamos la siguiente actividad (se describe más abajo), en la que participamos "al alimón" con el cronista local D. Francisco Tubío, dentro de nuestro PROYECTO RURAL ESCAPE ROOM TURÍSTICO.
Ponemos al corriente de nuestra investigación previa sobre telégrafos ópticos cercanos al cronista que decide abordar el tema y crear una publicación sobre el mismo presentándola en el XLV Congreso Nacional de Cronistas en la Ciudad de Baeza en colaboración con el dinamizador del centro Guadalinfo Fuente Palmera. Apoyamos con la cesión de material (libros), recursos (webs de referencia, ordenadores del centro, etc), investigación previa y otros materiales (cartografía, contactos, etc.) para la realización de este proyecto que tendrá continuidad en futuras presentaciones dentro de la localidad.
A continuación el texto que se enviará al periódico local para su difusión:
FRANCISCO TUBIO Y EMILIO J. DOMÍNGUEZ PRESENTAN UNA COMUNICACIÓN
EN EL XLV CONGRESO NACIONAL DE CRONISTAS EN LA CIUDAD DE BAEZA.
Durante los días del 4 al 6 de octubre, se ha celebrado en la
bonita ciudad de Baeza, declarada Patrimonio de la Humanidad, el
Congreso Nacional de Cronistas, organizado por la RAECO.
Con asistencia de 150 participantes que han debatido 60
comunicaciones de carácter histórico y etnográfico, llegados de
todos los pueblos y ciudades de España. Francisco Tubío y Emilio
Domínguez presentaron una comunicación sobre el TELÉGRAFO ÓPTICO.
Pero, ¿cómo funcionaba el telégrafo óptico? El telégrafo óptico
consiste en un medio de transmisión de mensajes mediante un aparato
montado sobre una torre y situado a distancia visual de otro similar,
donde el operador maneja unos controles que sitúan los elementos del
telégrafo en una posición reconocible de la torre siguiente. Esta
torre repite el mensaje que es leído y reproducido por una tercera y
así sucesivamente hasta hacer llegar el mensaje a su destino final.
El telégrafo óptico fue inventado por Claude Chappe en 1792.
Resumimos la comunicación:
“Reinando Isabel II, a mediados del siglo XIX, en la década
moderada, para controlar el orden público se crea la Guardia Civil y
otra medida menos conocida como fue el desarrollo de un sistema civil
de telegrafía óptica, para crear una estrecha colaboración entre
el Ministro de Gobernación y los gobernadores civiles de algunas
provincias. Su impulsor fue el Brigadier José María Mathé, que a
las órdenes del Ministro de la Gobernación consiguió que
funcionaran en España tres líneas de torres telegráficas:
Madrid-Irún; Madrid-Valencia-Barcelona-Gerona y por último
Madrid-Cádiz.
Los telégrafos ópticos del Brigadier Mathé fueron construidos por
el Ministerio de la Gobernación porque además de la sencillez del
mecanismo, llevan bajo punto de vista de la velocidad una
considerable ventaja los demás de su especie, pues con la
modificación últimamente introducida en ellos, puede decirse
indican instantáneamente cada señal, llenando de este modo la
principal condición de todo buen telégrafo. Se trataba, pues, del
sistema telegráfico más perfeccionado hasta el momento, por la
rapidez de sus mensajes y su eficaz organización.
Este sistema de comunicación no fue muy popular en la sociedad
española, pero aceleró la instalación del telégrafo eléctrico en
España a partir de 1855. Nunca fue un medio de comunicación social
al servicio de los españoles, porque sus gobernantes lo diseñaron
para el mantenimiento del orden público en una época histórica muy
conflictiva; pero no hay duda de que mejoró las comunicaciones entre
Madrid y algunas provincias españolas. José María Mathé Aragua
empezó a construir sus tres líneas civiles de telegrafía óptica a
partir de 1844. La línea de Castilla fue la primera ruta telegráfica
construida desde Madrid a Irún, con un ramal al Palacio de la
Granja. Se puso en funcionamiento en 1846 y se componía de 52 torres
(divididas en 9º secciones), con comandancia en Madrid, Valladolid,
Burgos, Vitoria y Tolosa. Esta línea se fue sustituyendo
paulatinamente por la telegrafía eléctrica a partir de 1855.
La segunda línea telegráfica de Mathé fue la línea de Cataluña
por Valencia (o la de Barcelona), a la que se añadieron ramales
hacia la Junquera (Gerona) y a Cuenca. El tramo Madrid-Valencia tenía
30 torres, con comandancia en Madrid, Valencia y, más tarde, en
Motilla del Palancar, empezó a construirse en 1848 y funcionaba ya a
finales de 1849.
La línea de Andalucía fue la tercera y última construida por
Mathé, desde 1848 (Madrid- Puertollano) a 1850 (hasta Cádiz); esta
línea telegráfica contaba con 60 torres ópticas (divididas en 11
secciones), con la comandancia en Madrid, Toledo, Ciudad Real,
Córdoba, Servilla y Cádiz. En 1851 ya se recibían los partes
telegráficos en Cádiz, aunque los ramales a Sevilla y San Fernando
(1853) fueron posteriores. Esta línea andaluza fue sustituida por la
telegrafía eléctrica a finales de 1857.
El motivo de llevar esta comunicación al congreso es que próximas
a Fuente Palmera, se instalaron dos torres que se comunicaban entre
ellas, nos referimos a la numeradas con el 39 Cocujadas y 40 El
Puntal.
En el libro guía de esta comunicación (“La telegrafía óptica
en Andalucía”, de Carlos Sánchez Ruiz) se señalan de esta
manera:
Número 39.Seccón 8ª. Cortijo Cocujada( cerro Cujadas).
Municipio Écija
Provincia Sevilla
Localización MTN-50 Nº 943
Longitud 5º 64´14´´ W
Latitud 37º 41´35´´ N .
Altura Vértice de 192, m (IGN nº 94331)
Acceso Desde N-IV (La Carlota) por A.445 y después por la -440
hasta la Ventilla; seguir por la CO-0321 y después por un
camino de tierra, a unos tres kilómetros.
Cortijo Cocujada (Cerro Cujadas)
Es posible que los estudios anteriores (Olivé Roig 1990) presenten
un error de transcripción al señalar el “Cortijo Lonjada”, en
lugar de Cortijo Cocujada, como el lugar en donde estaba la torre.
Este nombre ha sufrido muchas variantes en los planos: cogujada,
cocujada, cujadas… Pero su estratégica situación entre las otras
torres, la gran elevación del cerro Cujadas y la probable errata
permiten suponer que este desaparecido telégrafo óptico tal vez
estuvo cerca del cortijo.
Número 40. Sección 8ª. Molino del Puntal
Municipio Cañada del Rabadán (error es un núcleo de Fuente
Palmera)
Provincia Sevilla
Localización MTN-50 nº 965.
Longitud 5º 06´04´´ W.
Latitud 37º 39´39´´ N.
Altura Aprox. 190 m.
Acceso desde Écija, desvío por la SE-138 y después por la CP-246 (
O SE-139) hacia Fuente Palmera; desvío a Cañada del Rabadán, en el
km. 5, a la salida del pueblo, o se sigue por un camino de tierra
hasta el Molino del Puntal.
Terminamos este breve resumen indicando las características de la
torre de emisión; así pues cada torre óptica de Mathé tenía casi
siempre el mismos diseño: tres plantas, con ventanas en algunas
fachadas, muros gruesos y una única puerta en el primer piso, para
acceder desde el exterior por una escalera de madera. Estaban
diseñadas como un fortín, para defender a los torreros que vivían
permanentemente en ellas. Los torreros trabajaban durante una jornada
entera, utilizando los anteojos y los volantes (especie de timón) de
la maquinaria óptica que estaban en el segundo piso (llamado
observatorio); al día siguiente descansaban y eran sustituidos por
otro torrero. Había ordenanzas que se dedicaban a entregar los
partes telegráficos en las poblaciones cercanas. También los
oficiales de cada sección visitaban con frecuencia las torres que
tenían asignadas y los comandantes provinciales y sus ayudantes eran
los únicos que manejaban los diccionarios telegráficos, para
decodificar los mensajes en clave.
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